El dolmen número 1 es conocido como la Caseta del Moro posee dos cámaras casi paralelas que debieron
estar unidas a un pasillo común, ya desaparecido. El conjunto está rodeado por un muro peristalítico de
aproximadamente 1 metro de altura que incluye un sector de mampostería. Es uno de los dólmenes de la zona en que
se ha podido recuperar mayor cantidad de objetos. Se encuentra 70 metros del dolmen 2 y a 180 metros del conjunto formado por los dólmenes 3 y 4. También próximos a esta zona, aunque con diferente acceso podemos encontrar los numerados como 6, 7, 8 y 9.
En el área de Zalamea la Real se han descubierto en torno a veinte dólmenes diferentes, algunos de ellos
agrupados o muy próximos. Tal concentración de monumentos funerarios parece estar motivada por la presencia de
los ricos yacimientos mineros de la zona, concretamente este dolmen está situado a poco más de 600 metros en
línea recta de la mina de Chinflón.
Aunque la economía en la época de construcción de los dólmenes cabe suponer que se fundamentara en la
agricultura, ganadería, caza y recolección, la actividad minera como fuente de un recurso valioso debió servir,
además de fuente de riqueza basada en el intercambio con otros pueblos, como factor aglutinante de una población
mantenida a lo largo de un período de tiempo prolongado.
La construcción de tales monumentos es indicativo de las complejas creencias y ritos practicados por aquellos
pueblos, además de que el ajuar encontrado, aunque muy escaso, permite obtener alguna información acerca de su
forma de vida. Por otra parte, el propio proceso constructivo implica una organización social jerarquizada.
Interesante información en:
- Los dólmenes de El Pozuelo.