[ES] Monumental Via Crucis que, desde el Santurario, va recorriendo la ladera del pueblo hasta llegar a la parte más alta del mismo donde está el Cementerio y había intención de construir un gran templo de Resurrección que finalmente no se llevó a cabo.
Son estatuas de madera a tamaño natural, policromadas, que están colocadas en pequeñas capillas a lo largo del recorrido.
En el atrio del Santuario podemos encontrar las cuatro primeras: dos capillas circulares en dos esquinas del mismo, las otras dos están situadas en la fachada del antiguo seminario formando parte de la misma.
El resto de las capillas son pequeños edificios cúbicos que vamos encontrando a lo largo del recorrido.
“El Calvario o Via Crucis es una de las señas de identidad del Santuario de As Ermitas. Una obra excepcional en la que el barroco anónimo del pueblo consiguió alcanzar las más altas cotas de perfección estética.
La calidad de sus tallas lo colocan a la altura de los mejores del mundo: Milán y Braga. Se trata de una obra de arte única que debes conocer.
El Calvario de As Ermitas tiene 15 estaciones, que se corresponden con otros tantos episodios de las Pasión de Cristo. Las cuatro primeras las podrás encontrar en el Atrio de la Iglesia y el resto, en el conocido como Camino del Desierto, que te llevará hasta la Resurrección, en la parte más alta de As Ermitas.
Las estaciones del Via Crucis están en pequeñas capillas de piedra, abovedadas, que contienen las 62 figuras de madera maciza, policromadas y a tamaño natural, con las que se representa el Calvario de Cristo.
Verás que la quinta estación está vacía, pues fue arrasada por el Desprendimiento de 1909 y las tallas barrocas de su interior no se pudieron recuperar nunca.
La construcción
El Via Crucis de As Ermitas se construye a partir de 1731, después de un viaje a Braga de Domingo Xosé Rodríguez Blanco, a la sazón Administrador del Santuario, que queda absolutamente maravillado por el Calvario do Bom Xesús do Monte y decide acometer su propia versión en As Ermitas.
Sin embargo, el proyecto de Rodríguez Blanco era ciertamente más ambicioso que el que finalmente llegó a ejecutarse, pues pensaba rematar el Via Crucis con un gran templo de planta circular y de dimensiones similares a las de la Iglesia del Santuario, pero dedicado a la Resurrección de Cristo y situado en lo más alto del Calvario.
Lamentablemente el genial Administrador de Mormentelos, el hombre que transformó el Santuario de As Ermitas, nunca llegó a ver completada su obra más emblemática, pues la crisis económica que afecta a la institución durante los últimos tiempos de su mandato, dilata las obras por más de veinte años.
La procesión de Semana Santa
En la mañana del Viernes Santo, una procesión recorre el Calvario, deteniéndose a rezar frente a cada una de las quince estaciones de la Pasión.
Un nazareno lleva la cruz a cuestas, reviviendo el camino de Jesús hacia el Gólgota, y se sacan en procesión las Imágenes de la Virgen Dolorosa, Santa Verónica, San Juan y un paso del prendimiento de Cristo.
Por la tarde, un orador deleita a los fieles con el Sermón de las Siete Palabras en el Atrio del Santuario, para a continuación dar paso al Desenclavo y descendimiento de Jesucristo.”
(Fuente)
[EN] Monumental Via Crucis that, from the Sanctuary, runs along the slope of the town until it reaches the highest part of it where the Cemetery is located and there was an intention to build a large temple of Resurrection that was not finally carried out.
They are life-size wooden statues, polychrome, which are placed in small chapels along the route.
In the atrium of the Sanctuary we can find the first four: two circular chapels in two corners of it, the other two are located on the façade of the old seminary, forming part of it.
The rest of the chapels are small cubic buildings that we find along the way.
“The Calvary or Via Crucis is one of the hallmarks of the Sanctuary of As Ermitas. An exceptional work in which the anonymous baroque of the town managed to reach the highest levels of aesthetic perfection.
The quality of its carvings places it on a par with the best in the world: Milan and Braga. It is a unique work of art that you should know.
The As Ermitas Calvary has 15 stations, which correspond to as many episodes of the Passion of Christ. You can find the first four in the Atrium of the Church and the rest, in what is known as the Camino del Desierto, which will take you to the Resurrection, in the highest part of As Ermitas.
The stations of the Via Crucis are in small vaulted stone chapels, which contain the 62 solid wood figures, polychrome and life-size, with which the Calvary of Christ is represented.
You will see that the fifth station is empty, as it was devastated by the Detachment of 1909 and the baroque carvings inside could never be recovered.
Construction
The Via Crucis de As Ermitas was built in 1731, after a trip to Braga by Domingo Xosé Rodríguez Blanco, at that time the Administrator of the Sanctuary, who was absolutely amazed by the Calvario do Bom Jesusús do Monte and decided to undertake his own version in As Ermitas.
However, Rodríguez Blanco's project was certainly more ambitious than the one that was finally carried out, since he planned to finish off the Via Crucis with a large temple with a circular floor plan and dimensions similar to those of the Church of the Sanctuary, but dedicated to the Resurrection of Christ and located at the top of Calvary.
Unfortunately, the brilliant Administrator of Mormentelos, the man who transformed the Sanctuary of As Ermitas, never saw his most emblematic work completed, since the economic crisis that affected the institution during the last days of his mandate, delayed the works for more than twenty years.
The Holy Week procession
On Good Friday morning, a procession makes its way around Calvary, stopping to pray in front of each of the fifteen stations of the Passion.
A Nazarene carries the cross on his back, reliving the path of Jesus to Golgotha, and the Images of the Sorrowful Virgin, Saint Veronica, Saint John and a passage of the arrest of Christ are taken out in procession.
In the afternoon, a speaker delights the faithful with the Sermon of the Seven Words in the Atrium of the Sanctuary, to then give way to the Unhooking and descent of Jesus Christ.”
(Source)