En el borde mismo del acantilado sobre el Cantábrico, en el municipio de Cueto, muy próximo a Santander (Cantabria, España), encontramos este arco formado por la erosión marina al actuar sobre rocas que además son sensibles a la acción del agua, como atestiguan las formas kársticas que podemos ver en los alrededores (como las abundantes dolinas desarrolladas sobre la superficie superior del acantilado).
Las rocas presentes son calizas arenosas y calcarenitas de edad cretácica (Campaniense) ricas en restos fósiles, fácilmente visibles en la superficie de las mismas, y nódulos silíceos.
Se puede aparcar cómodamente en N 43º 29.491' W 003º 48.072' y seguir un sendero hasta el puente.