La definición oficial es que, acqua alta, es cuando el nivel del agua supera los 90 cm por encima del nivel de la marea normal.
El fenómeno se da entre el otoño y la primavera. Comprende la inundación de las zonas más bajas de la ciudad de Venecia, que en los casos más graves puede llegar a abarcar el 96% de la ciudad.
Con el objetivo de proteger los libros del agua Luigi, el propietario de Acqua Alta, hizo acopio de barcas sobre las que poner tan preciada mercancía. De este modo, cuando el agua decide inundar este pequeño templo de la cultura y amenaza con ahogar los libros, éstos se salvan gracias a que están metidos en góndolas e, incluso, en alguna bañera. De este modo los libros flotan, desafían a su destino fatídico y ganan la batalla a los elementos atmosféricos.
La librería Acqua Alta no siempre se encuentra inundada por el agua, pero sí está inundada permanentemente de libros. Su aparente desorden forma parte de su encanto. Libros por todas partes: en góndolas, en cubos, en sillas, poniendo en riesgo la estabilidad de las estanterías y desbordando las mesas. No sólo libros: cuadros, láminas, cuadernos, postales antiguas, curiosidades que harán las delicias de los amantes del arte y la palabra escrita. Y gatos, muchos gatos a los que hay que ir apartando para buscar un libro en concreto.
Como en cualquier librería de segunda mano que se precie, los libros se apilan por todas partes sin un orden aparente.
The official definition is that, acqua alta, is when the water level exceeds 90 cm above the normal tidal level.
The phenomenon occurs between autumn and spring. It includes the flooding of the lowest areas of the city of Venice, which in the most serious cases can cover 96% of the city.
In order to protect the books from the water, Luigi, the owner of Acqua Alta, collected boats on which to put such precious merchandise. In this way, when the water decides to flood this small temple of culture and threatens to drown the books, they are saved thanks to the fact that they are placed in gondolas and even in a bathtub. In this way the books float, defy their fateful destiny and win the battle against the atmospheric elements.
The Acqua Alta bookstore is not always flooded by water, but it is permanently flooded with books. Its apparent disorder is part of its charm. Books everywhere: in gondolas, in buckets, on chairs, jeopardizing the stability of the shelves and overflowing the tables. Not just books: paintings, prints, notebooks, old postcards, curiosities that will delight lovers of art and the written word. And cats, many cats that you have to move aside to look for a specific book.
As in any self-respecting second-hand bookstore, the books are stacked everywhere in no apparent order.
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